Recibimiento a la Australiana

Ayer domingo por la noche tuvimos una cena de bienvenida del "Departamento" en el que he empezado a trabajar. Quedamos, para la cena, a las 5:30 en casa de Li-Chueng y Michael. Fuimos puntuales y casi llegamos los primeros (admiten perfectamente 15-30 minutos de retraso).La casa era enorme, así que estuvimos en la cocina con sala de estar adosada (con un sofá de 4 x 3 metros en L) mientras terminaban de preparar la cena. Las niñas se apropiaron de los juguetes de los dos niños de la familia (de 2 y 4 años) y dejaron de dar la lata. Acudieron Chris y su mujer Morna, Rob, Ian, Michael y Keng y su mujer Shirley. Chris, Ian y Michael trabajan en Westmead, Li-Chueng en el Children's Hospital y Rob en la Skin Cancer Foundation. Keng empezará pronto a trabajar en Westmead. Nos recibieron con champán, vino, cerveza y zumos. Pasta y salchichas para la cena de las niñas y mientras tanto unos aperitivos sencillos (patatas, frutos secos,...) acompañados de queso y ostras para los mayores. Cuando todos habían llegado y tras un tiempo de conversación, Chris nos hizo un sonrojante discurso de recibimiento, que fue acompañado por discursos y comentarios de Rob e Ian. En ese momento terminaron de poner en la encimera de la cocina unos platos de salmón asado, ensalada de pasta, ensalada de zanahoria con hierbas no identificadas, ensalada con melón, uvas y otras hierbas, carne asada rellena, salchichas de 3 tipos a la barbacoa y langostinos (algunos tan grandes que parecían langostas). Similar a un buffet de un hotel, pero todo cocinado por los anfitriones. Cada uno cogimos nuestro plato y, tras rellenarlo generosamente, pasamos al comedor, bajando unas escaleras, en otra parte de la casa.

La cena fue muy agradable. Hablamos de la vida en Australia, de los colegios, de la formación médica y los residentes, de los seguros sanitarios, de viajar por Europa,... y de lo complicado que es empezar una nueva vida. Rob nos ofreció visitar su casa para recoger, como poco, juguetes para las niñas y Michael planeó una visita a su casa para que sus niños y los nuestros jugaran juntos. Al final de la noche, estábamos agotados y no encontrábamos las palabras adecuadas... bueno, no encontrábamos ninguna palabra...A las 9:30 estábamos cogiendo el coche para volver a casa. Las niñas ya dormidas y nosotros con sensación de volver a la 1 de la madrugada. ¿Nos estamos aclimatando?