Tomamos la decisión y el viernes por la tarde nos trasladamos a la casa bastante ilusionados, pero provocando un nuevo caos familiar o más bien de maletas y mochilas. Toda la ropa mezclada, los papeles revueltos, los cables, los ordenadores, cámaras de fotos, transformadores, teléfonos, juguetes,... Además, Chris nos había prestado unas sillas y una mesa (al menos tenemos para sentarnos), cubiertos (variados), platos, unas mugs y cacharros de cocina diversos. Los colchones que llegaron por la mañana estaban por preparar. Así que a la noche, conectamos la calefacción (el sistema de aire acondicionado de ciclo reversible, o sea, que también da calor, creemos que en España se llama bomba de calor) y aunque no pasamos calor, nos quitó bastante del frío en el salón. Sin embargo, el sistema de la zona de las habitaciones (que es independiente del salón y cocina) no funcionó y, tras tenerlo 1 hora, bajó la temperatura de las habitaciones de 15 a 12 grados. Tuvimos que pararlo, conectar los calefactores que nos habían prestado y calentar algo las habitaciones. Los apagamos antes de dormir (por si la moqueta...) y pasamos bastante frío. Así que el sábado dejamos los calefactores puestos y la diferencia ha sido significativa. Todavía no sabemos a cuanto está el kilovatio pero tenemos que gastarnos los dineros de la electricidad si queremos estar minimanente cómodos. Sin embargo, por el día, no hace falta nada más que un jersey (nada de abrigos o similares) y, de hecho, hoy comimos en el patio, al solecito, estupendamente bien. Recomendación, no venir a Sydney en invierno excepto si se llega a una casa perfectamente acondicionada.
Ayer vino el dueño de la casa, bueno, el anterior dueño. Un extraordinariamente amable hombre de alrededor de 70 años, húngaro, emigrado hace 30 años por culpa de la revolución y que vendió la casa porque su mujer no podía subir las escaleras. Nos hizo un pequeño resumen de los secretos de la casa, donde esconder una copia de las llaves (escarbó para encontrarlas, ya que a los actuales dueños les faltan algunas y no podemos abrir algunas puertas del patio), como mantener la piscina, para que servían algunos aparatos que no conocíamos,... y nos dejó su teléfono por si queríamos algo más. Del nuevo dueño no sabemos más que es un inversor que tiene muchas casas que las gestionan la inmobiliaria que nos ha alquilado la casa.
Esa fue otra visita: ir a la inmobiliaria a decirles que necesitamos una llave del garaje (hay que abrir desde dentro del garaje de manera manual), que no funciona la calefacción del piso de arriba, que el lavavajillas gotea al lavar (la junta de la puerta debe estar dañada) y no tiene ruedas en la bandeja de abajo (no hay quien la mueva cuando está cargada), y que algunos cristales tienen fisuras. Hoy hemos descubierto (y tendremos que decírselo mañana) que el horno funciona a medias. En fin, la casa sigue siendo igual de bonita y promete ser muy buena para primavera y verano, pero tiene unos cuantos defectos que esperemos nos arreglen.
Hoy domingo estuvimos algo más en casa. Las niñas se lo pasaron estupendamente bien jugando a todo lo que 3 niños pueden jugar en una casa grande y vacía, y tuvimos la calefacción puesta bastante tiempo. La cena fue espectacular y los dormitorios están agradables.
Mañana tendremos que ir al colegio y al seguro médico.
Todavía quedan emociones.
POr fin me he hecho con vuestro resumen diario y lo he disfrutado justo ahora que acabamos de volver de nuestra semanita en Menorca, ¡qué maravilla de isla!, lo hemos pasado genial y volvemos enamorados y con idea de regresar.Me alegro, a pesar del frío, que vaís bien, y poco a poco las cosas van saliendo. enhorabuena family!. La lavadora me espera así que os dejo hasta otro día. Un besote a los 5, de nosotros 5, Belén y sus hombres
ReplyDeleteHola, familia
ReplyDeleteSoy Antonio Torrelo. Me alegro de que estéis bien. Os llamé antes de iros, pero no cogisteis el móvil, lógico con el gran lío. Acabo de venir de un congreso y he estado con Peter Hogan, quien me dice que va a cenar con vosotros la próxima semana, aunque aún no os conoce. Es un gran tipo y un gran dermatólogo pediátrico, y estaría interesado en que María se afiliara a la derma pediátrica. Espero que hagáis buenas migas.
Abrazos a todos y mucha suerte