¡Llegó la mudanza! El miércoles a las 8:30 apareció el camión. Nos acercamos a verlo y...
¡El contenedor no era el que salió de Madrid!
Al preguntar, nos dijeron que tuvieron que trasladar todas la cajas desde el que viajó desde Madrid a uno nuevo delante de los agentes de aduanas. Al abrirlo,...
¡Había un hueco enorme vacio! Además, a María y a las niñas el contenedor les parecía más pequeño... Nuevas preguntas y nos explicaron. El nuevo contendor es más grande porque es más alto, por lo que sobra espacio. Preguntamos si en aduanas se habían quedado con algo y nos dijeron que si hubiera sido así nos hubieran avisado desde la frontera. Como no habíamos recibido ninguna llamada...
En fin, que no del todo convencidos nos fueron bajando cajas.
Lo primero que bajó: Terremoto. Victoria, Patricia y Sara estaban exultantes, gritando: ¡Terremoto! ¡Terremoto! Denis, una vecina super amable que lleva a María al colegio los días que Pablo se lleva el coche a Westmead, se ofreció a llevar a Victoria y Patricia al colegio y después se quedó con Sara para que jugara con su hija y no estuviera por medio.
Empezó el desfile organizado. María había clasificado dónde tenía que ir cada caja y Pablo se encargó de indicarselo a los transportistas. Uno de ellos era de madre gallega y había vivido unos meses en España.
Nos vaciaron las que les pedimos, nos repartieron todo a donde indicamos... y, al final, estaban todas la cajas que salieron de Madrid y aparecieron 3 que no tenían número. Algunas de ellas tenían la cinta rota y una nueva puesta y nos explicaron que esas eran las que habían abierto en la frontera (calculamos que unas 5, algunas eran las de zapatos y las de material de camping). Una vez todas las cajas en la casa, no nos parecían tantas (se nota la diferencia de tamaño), pero la lista no engaña y están todas.
Ahora tenemos ropa, algunos muebles, juguetes, libros, platos, material de cocina, impresora, equipo de música,... y hermosas cajas que sirven de mesilla de noche, muebles aparadores, y armarios. Porque la casa casi no tiene armarios, y sin embargo algunas de las cajas de mudanza son verdaderos armarios que ahora nos están solucionando el problema. También nos hemos dado cuenta que tendremos que comprar más adaptadores de corriente de los que habíamos calculado para poder enchufar nuestros equipos (menos mal que el voltaje es similar).
Hasta ahora hemos abierto unas 100 cajas (o algo más), pero lo que está escrito en la caja y el contenido no siempre se ajusta, así que tendremos que abrirlas todas aunque solo sea para saber que hay dentro. Estos días van a ser, otra vez, muy entretenidos.
Bueno, con todo el jaleo, aunque tomamos alguna foto, no hemos podido prepararlas, así que más adelante os colgaremos alguna imagen.
Dos cosas:
ReplyDeleteA Leo y Virgina: muchas gracias por los ánimos. Vosotros sabéis lo difícil que se hace en ocasiones... se te "lengua la traba" o se olvida el "palabro"... pero cada día es mejor que el anterior.
Una explicación: "Terremoto" es un caballito de plástico tipo correpasilos y también balancín, que fue uno de los primeros regalos que tuvo Victoria cuando tenía 2-3 años. Todas han disfrutado de él y lo siguen haciendo.