Slowly the guests arrived, and when most of them were there the paella finished cooking and it was photo time.
After that everyone started eating, for as hungry as they were because the paella smelled marvelously. It was a lovely evening and everyone (we hope) enjoyed themselves.
Days here are long enough to do a few things, so when we arrived home we enjoyed our front yard, the temperature was beautiful and daddy practices with his new toy, his birthday present, a diabolo and also taught Patricia how to juggle until sunset.
Mi padre quería organizar un picnic con sus compañeros de trabajo y coincidió que el día que les venía bien era el 15 de Enero, el día de su cumpleaños.
Él pensó que sería una manera estupenda de celebrarlo así que ese día nos fuimos al parque nacional de Lane Cove, donde se decidió sería la celebración. Reservaron un sitio cubierto que tenía mesas y era muy agradable. Había muchos animales, un río cerca y grandes praderas para que jugaran los niños. Yo incluso organicé una búsqueda del tesoro para los pequeñajos, así que esparcí cajas de "Smarties" (chocolatitos chiquitos rodeados de una capa de color) por toda la zona.
Él pensó que sería una manera estupenda de celebrarlo así que ese día nos fuimos al parque nacional de Lane Cove, donde se decidió sería la celebración. Reservaron un sitio cubierto que tenía mesas y era muy agradable. Había muchos animales, un río cerca y grandes praderas para que jugaran los niños. Yo incluso organicé una búsqueda del tesoro para los pequeñajos, así que esparcí cajas de "Smarties" (chocolatitos chiquitos rodeados de una capa de color) por toda la zona.
Papá decidió que cocinaría una paella para todos así que llevamos la paella (lo que incorrectamente llamamos en España paellera), la bombona de gas y la base donde se cocina. Lentamente fue llegando la gente y cuando ya prácticamente estaba todo el mundo la paella estaba preparada, así que...el momento de la foto. Después todo el mundo a comer, tan hambrientos estábamos con ese olor tan maravilloso...
Fue un día estupendo y todo el mundo (esperamos) se lo pasó muy bien.
Aquí los días cunden mucho, así que cuando llegamos a casa, como la temperatura era deliciosa, decidimos disfrutar del césped de delante de la casa. Papá estuvo jugando con su nuevo juguete, regalo de cumpleaños, un diábolo y también comenzó a enseñar a Patricia a hacer malabarismos con pelotas, hasta que anocheció.