Victoria y Patricia fueron a buscarlos al aeropuerto (la verdad, es que no entrábamos más en el coche) y Pablo hizo de chófer. Nos levantamos muy temprano, pero tuvimos algo de atasco en la M5 y casi no llegamos. Después vimos que el avión había aterrizado con 20 minutos de retraso... Victoria y Patricia habían llevado 3 globos, 2 rojos y uno amarillo, para hacer una bandera entre los tres. Los abuelos llegaron bien, muy animados, como si todas las semanas estuvieran de viaje...
El fin de semana lo teníamos bastante activo: mercadillo y compras por la mañana, con cena en casa con invitados, el sábado (Pablo se perdió la mayor parte porque estaba de curso) y una fiesta de cumpleaños y visitas a nuevos amigos el domingo (como diría Sara: "Todos los amigos en español").Esta es una foto del cumpleaños (felicidades Emilia):
Durante el domingo, nos dio tiempo a acercarnos un momento a la playa.
La adaptación al horario australiano no ha sido demasiado mala, y ya se sienten como si estuvieran en su casa... excepto que el periódico lo leen en el ordenador, y la tele la ven... también en el ordenador (es impresionante que la mayoría de los periódicos y cadenas de televisión tienen su contenido en internet y se accede con facilidad desde cualquier parte). Además, les hemos preparado una cuenta de Skype, para ir entrenándose y así cuando vuelvan a España les sea más fácil conectarse con nosotros.En la casa, nos están ayudando bastante y, además, recogen a Victoria, Patricia y Sara en el colegio por la tarde. Desde el colegio, tienen un paseo bonito, atravesando un bosque con un arroyo y un par de calles moderadamente tranquilas, aunque hay una pequeña cuesta...
Tenemos que organizar algunas excursiones y viajes para que puedan ver algo del país (o al menos de New South Wales), menos mal que dentro de poco empiezan las vacaciones de navidad y podremos ir a la playa.
